miércoles, 10 de diciembre de 2014

La tirada larga del domingo



Hoy, si hubiese podido hablar mientras corríamos, hubíesemos hablado de...

Hubiésemos hablado de que hoy no es domingo, relamente es martes, hubíesemos hablado de que hoy si es larga, pero el sábado fue una tirada feliz.


Como tenemos tiempo, por que iremos despacio, te voy a contar que el sábado, el club de baloncesto de mi hijo (CEI TOLEDO), organizó unas jornadas de disfrute familiar en torno a un aro y un balón, te podría contar cualquier excusa, pero ya sabes lo que el baloncesto significa para mí (y eso que soy un paquete). a las 10:00h estábamos allí, preparados para disfrutar.

La primera hora consistió en un divertido entrenamiento combinado con los chicos, bajo la dirección de Mauro (el mister) y al terminar... se desató la pasión, una hora de baloncesto del bueno, del de verdad, entre padres y madres, jugando como en nuestro tiempo y época, cuerpeo, tiro y cabeza, pocos saltarines y menos velocistas.
Tras una hora de correr todos los ataques y defensas, de caer y levantar, te das cuenta que la tirada larga está hecha y que mañana te van a doler tanto las rodillas que no vas a poder salir a correr.
Te voy a contar que ha merecido la pena, que llevo algún moratón y arañazo, con lo que no ha sido de broma así que feliz.

Como el domingo es el día de la tirada, no te engaño si te digo que lo intenté, pero las rodillas apenas me sostenían, con lo que relax.
El lunes tirada rápida por el Xanadú, para fortalecer lumbares.
Así que te cuento que la tirada larga la pasé al martes. 
Te contaré que pasé miedo (por torpe), pero que no aprenderé, verás, el horario de tarde en la oficina estaba previsto de 20:00 a 22:00, con lo que me planifiqué salir a correr a las 17:25 y en 50 minutos estaba en casa.
Vuelta por el pantano (mucho más lento de lo previsto), cuando empiezo a calcular que por la hora que es, mi santa esposa (que sería de mi sin ella) llevaba razón con que me quedaría sin luz y me llevé el frontal.
Nunca he corrido con frontal y me sigue pareciendo muy incómodo, pero me alegré mucho de llevarlo.
Todo iba bien, hasta que en la más triste de mis discapacidades, me desorienté, estaba perdido y enfadado por torpe.
Tenía puntos de referencia pero no sabía lo que me iba a llevar volver a casa y tenia que ir a trabajar, así que atrochando un poco aquí y otro poco allí salí a campo abierto y localicé el camino de vuelta.
Te contaría que al final han sido 11km, bastante lentos y te contaré que llegué  a la oficina un poco roto, pero te contaría también que aún guardo el regusto del baloncesto y me sonrio cada vez que lo pienso.
Así que en la próxima tirada larga te contaré más cosas, por hoy descanso.

1 comentario:

  1. Entiendo que te perdieras, a mí me dan dos vueltas (de las de la gallinita ciega, pero sin taparme los ojos) y ya estoy desorientada… y se pasa fatal.
    Qué bien la jornada de baloncesto, me imagino lo que disfrutaste, baloncesto en familia ¡no se puede pedir más! Seguro que mereció la pena el dolor de rodillas.
    Un beso enoooooorme

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