lunes, 27 de febrero de 2012

Running to nowhere

Dice Guillermo, que cuando se está triste, el corazón se hace pequeñito y funciona peor.
No se si será la tristeza, o el stress que me causa el trabajo y mis múltiples responsabilidades, pero si es cierto que ha sido una vuelta muy penosa al running.
Volvía después de más de veinte días de parón, con el miedo de haber perdido la poca forma que tenía. Agradecer a los amigos que me llaman para salir a rodar, a aquellos que tiran de mi hacia el pádel y a las amigas que me llaman para saber como estoy, sin ellos y sin mi chica, que me mima y cuida a diario deshaciéndose en cariño, toda esta tristeza sería mucho más grande.
Si hay alguien que se ha puesto espicialmente "cabezón" en que vuelva a correr para distraerme, es Rafa. A fé que lo ha conseguido y de que manera.
El lunes rodaje en la pista, para ser más exacto, en el césped, media hora tranquila, pero con el pulso por las nubes.
Miércoles, de nuevo en el césped, esta vez además de Rafa, me acompaña mi hermano Alvaro, que si deja de hacer el tonto, conseguirá ponerse en forma, De nuevo el cardio batiendo records.
Viernes, con Guille y Rafa, saliendo de la pista dirección al Cambrón, esta ruta que tantas y tantas veces he hecho, pero esta vez de salida con 170 pulsaciones. Llegando al Cambrón, tuve que aflojar y bajar por Recaredo y Reconquista, aún así corriendo a 180 ppp.
En definitiva, las sensaciones entre semana pésimas, con tristeza en los entrenamientos y en la vida en general.
El sábado, recojo al Wally y voy al encuentro de Laura. el objetivo, rodaje suave para encontrar sensaciones. Comenzamos a 7 y pico el mil y vamos bajando, el pulso no sube, cerca de los 30', acabamos con el útimo mil a 5:15, el pulso en 169, parece  que ha vuelto todo a su sitio.
Me quedo con este días, con estas sensaciones.

domingo, 19 de febrero de 2012

Buscando motivos/motivación

Ando perdido, resulta, que desde la media maratón de Santa Pola, con excepción del cross de Cobisa, estoy parado...
Pero vayamos por partes:
un pequeño recuerdo a los chicos
Terminé la media, y digo bien, terminé, por que esta vez, no la disfruté. Todo iba bien, al paso por el 10k, el crono marcaba 01:02, un tiempo más que razonable, con suerte me iba a las dos horas seis, dos horas siete, el pulso sin pasar de 158ppm, todo parecía idílico, entonces recordé las palabras de Merce en la salida: -¿Vas a correr doliéndote la rodilla? - claro, dije yo, no es nada.
A partir del 11k, comenzaron los dolores en la rótula, quizás consecuencia de las horas que pasamos el día anterior recorriendo centros comerciales de Alicante, quien sabe.
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La primera idea que se me pasó por la cabeza, fue abandonar, que sentido tenía, me quedaban todavía diez kilómetros y ya estaba cojo. Entonces me vino a la memoria mi niña, con la ilusión de entrar en la meta este año conmigo, así que a apretar toca, que clase no tengo, pero cabezón...soy un rato.
El dolor y el forzar, hizo que se me cargara la cadera, más de lo que podía imaginar, cada dos kilómetros tuve que parar para estirar gemelos. Recuerdo que la gente me daba ánimos y yo cada vez más cabreado por que de cardio iba fantástico.
Lo peor (a parte de los dolores), era ver como me adelantaba una ingente marea de personas, en condiciones no mucho mejores que las mías.
Al paso por el 18, pasé el momento crítico, así que decidí invertir un poco más de tiempo en estirar, que total el crono ya iba a ser una pena, con lo que...
Cuando enfilé la recta de meta y los vi, allí estaban los tres esperándome, con cara de ilusión, pero Merce sabía que algo pasaba, el crono era peor que el de el año pasado siendo la preparación mejor...
Al acercarme me preguntó ¿Vienes cojo?, desde el kilómetro diez, le contesté. No hizo falta decir más, me dió la mano y entramos los cuatro juntos en meta.
Después disfrutamos de la excepcional organización de la prueba, de los avituallamientos, de los amigos, que Christian y Sandra estaban esperando y de un estupendo arroz en casa de Antonio con Migueli y Sandra.
La conclusión que ha venido conmigo desde Santa Pola, es que la media maratón es demasiado para mí. Si bien no renuncio a repetir, los tres grandes fracasos se han dado en pruebas largas, Santa Pola, Behobia y Navahermosa, estamos reflexionando al efecto.
Cross de Cobisa
Una vez en Toledo, parado durante una semana, con un tremendo dolor de cadera, pero como la cabra tira al monte, se puso por delante el Cross de Cobisa y acompañando a Isma, allá que fuimos. gran resultado y prueba superdivertida, siete kilómetros, en vueltas a un circuito de algo más de dos, mixto, tierra asfalto.
Fuimos capaces de correr a un ritmo medio de 05:30, si bien es cierto que salimos 250m después del último, por nuestra mala cabeza, ya que la salida nos cogió en el coche llamando por teléfono.
 Fuimos capaces de recuperar algunos puestos y conseguimos que sólo nos doblasen los siete primeros.
En definitiva, gran tiempo, gran compañía y gran tarde.
Lo peor, el dolor de cadera, que se volvió a hacer notar a partir del 4k.
En estas estamos, cuando el sábado siguiente se produce la presentación del Club Extermín Triatlón  Sonseca, al que tengo el honor de pertenecer, gracias a que los chicos, me han regalado la equipación, sobre todo al Ruben, que me cuida más de lo que merezco. Prometo no hacer triatlón (tranquilo Agus), tampoco duatlon (otra vez tranquilo Agus), seguiré arrastrándome por las carreras populares...
Después he intentado salir un par de veces y he parado por el dolor, así que estoy parado total...
El lunes, si encuentro la motivación saldré de nuevo y es que he de decir que no será fácil por que el pasado jueves, de improviso y como él solía hacer las cosas, falleció mi padre...
Eso no está ayudando para recuperar la motivación.

Cat Stevens - Father and Son