Está claro que cuando las cosas comienzan a salir y puede uno encadenar un par de entrenamientos medianamente decentes... zasca¡¡¡¡¡, a la porra.
Resulta, que como comenté, el sábado hice salida con la bici, aprox de 35km, con buenas sensaciones (a pesar de todo) y estaba previsto encarar la semana de una forma activa con entrenamientos alternos.
Pues no, resulta que nada de nada, el domingo por la noche, un rotavirus intestinal hace su aparición en mi ya de por si vacío estómago.
Efectos, nochecita toledana sin pegar ojo, y un lunes de pasión de los que de vedad merecen la pena. A pesar del intento por ir a trabajar, incapaz. Todo el día en la cama sin poder tolerar ni siquiera líquidos.
El mares, un poco restablecido, toca ir a declarar en un juicio como testigo (tiene pelotas), a pesar de mi deplorable estado, comparezco.
Miércoles, aún con sensaciones extrañas en el estómago, decido no forzar y descansar un día más, que tampoco pasa nada.
Mañana jueves algo inventaremos, aunque sea "correr en sitio", el viernes, creo que pádel con los "alicantinos" y el sábado, si el tiempo no lo impide, repetiremos la ruta de camino a Ajofrín.
Vaya tela....
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