Domingo en Navalcán

Él es más fino, pero yo más guapo ;)

A eso de las 09:00 UTC, estaba prevista la concentración de las familias García Megía y Alvarez Rodríguez.

Destino - NAVALCAN-

Objetivo: Segunda prueba de orientación del Campeonato Escolar.
Viaje tranquilo hasta las cercanías de Talavera, momento el que paramos para tomar el cafelito de rigor, ya que alguno de los miembros de la expedición necesitaba su dosis de cafeína. Los chicos, re-desayunaron, como está mandado.

La llegada a Navalcán sin problemas, sólo que está donde Cristo perdió las zapatillas (Mapa). El punto de control estaba situado en el Pabellón Deportivo.
Hicimos acto de presencia en la mesa de la organización y asignaron hora de salida a las niñas, los muchachitos tendrían que deambular por el lugar hasta que terminase todo, aún son demasiado pequeños.



Mi Paula encharcada



En el entreacto, Agustín y yo buscamos uno de los mapas de entrenamiento que la organización pone a disposición de los asistentes, y en estas que aparece Pepe, con el suyo, que curiosamente, es el doble de largo que el nuestro, tras un breve momento de duda y con los pies en el suelo de nuevo, utilizamos el nuestro, que no es cosa que la primera en monte abierto hagamos una de profesionales.

Salen las chicas, tan contentas, además habían venido algunos compañeros del cole ¿?.

Agustín y yo salimos un ratejo déspués, la zona está completamente encharcada en algunas zonas (maravilloso estreno para las Salomon), incluso las niñas terminaron hasta arriba de agua, pero lo que es el paraje me pareció muy bonito, zona de arboleda cuajada de farallones de roca. Llevo tiempo diciendo, que me voy a hacer con una mini cámara espía de esas, para poder fotografíar cuando voy corriendo... a ver cuando es verdad.
En los dos primeros puntos de control, un poco de confusión y jaleo con las brújulas, la verdad es que yo no había usado una antes (¿para qué?).

A partir del tercero, bastante mejor, a veces si cabe Agustín se desorientaba un poco, le perdía el ansia de correr y olvidaba mirar la brújula, pero por lo demás no lo hizo mal el chico, jajaja.
En total algo más de cinco kilómetros de monte y aire puro (Track).

Llegando ya, cuando iba a sprintar a Agustín, al que llevaba con la lengua fuera, nos encontramos con Pepe, que se había torcido un tobillo y volvimos paseando con él.
Una mañana muy agradable en general, los chicos se lo pasaron estupendo y todos hicimos deporte juntos.
Mención especial a María, por su apoyo logístico y su perpetua sonrisa. Gracias chata.

Así que a eso de la una y media, 120 Km de regreso y a comer a casa, que mañana hay cole y Padre anda reventado.

Un deseo, a ver si lo cuadramos para que Merce venga a la próxima, que este es un deporte muuuuuuuy familiar.

P.D. El entreno de la semana un poco raro, ya lo contaré.