viernes, 31 de agosto de 2012

XV Duatlón Cross Sonsecana

Cualquier competición que termina con un podium, no es una mala competición, aunque este sea por equipos.
Pero comencemos por el principio.
Como sabéis, me dispuse a probar que era eso del Duatlon Cross (no me gusta la bici de carretera, así, que montaña que te crió), me decanté por Sonseca, por varias razones, la primera por los chicos del Extermín Triatlón, mi equipo de acogida, la segunda por el perfil y la tercera, porque disponen de una prueba infantil previa, donde los chicos pueden pasárselo bien.
Dicho y hecho, jornada festiva la del sábado, la familia de Miguel, la nuestra y los dos duatletas, camino del Circo.
La prueba infantil, permitió que María y los dos Migueles, se divirtieran un rato, no sin esfuerzo y algún que otro contratiempo con las cadenas de las bicis. No tiene precio ver las caras en meta.
Bueno, pues todo estaba preparado, colocamos las bicis en la zona de transición, después de recoger los dorsales e identificarnos. Primer contratiempo, dada la altura de tija y manillar de mi bici, es complicado meterla en la barra de sujeción, por lo que hay que tumbarla un poco... Para recogerla después de el primer segmento de carrera, no me importa, total, no va a haber más, pero para dejarla, será al contrario, estarán todas. Veremos.
Calentamos un poco, para ver el circuito a pie, una bajada de 700m y una subida de 800m, así tres vueltas.
Vemos a muchos amigos, Rafa y Angeles, Ricar y Lore, Oskitar y Alicia, Josito, que esta vez no corre por un dolorcillo y al gran Gaita (gracias por el consejo de la tija). Como me alegra y me estimula.
Gus hace sonar la bocina y todos los galgos salen disparados. Al paso por el primer mil 04:56, con la decepción de ver que ni nos metemos alante, ni les metemos sitio a los de detrás, con lo que empezamos a rodar en ritmos normales de 05:30, instalados al final con cuatro o cinco por detrás. Deseando de llegar a la bici, donde la verdad sea dicha me encuentro mejor y me permite recuperar.
Al llegar la primera transición, como habíamos predicho, el terreno vacío de bici, colocamos casco, bebemos y alante que se ha dicho...
Salgo como un tiro (dentro de lo posible), al grito de ¡¡A por ellos!!, metiendo riñón en el asfalto, seguro que nos comemos a por lo menos diez o doce de los que llevamos delante.
El circuito tiene complicación, muchos bancos de arena, regueros de lluvia profundos, muchas piedras y algunas curvas de 90º, pero no tiene subidas significativas ni descensos peligrosos, eso si, "ostias" despacito tiene unas pocas.
Me siento a tope y aprieto, con un ojo puesto en la parte de atrás para controlar que Isma me sigue. Todo en su sitio. Tengo a tiro a alguno de los que nos precede... Pero... Oigo un extraño silbido por detrás. Son los de cabeza, que en la tercera parte de la vuelta, empiezan a doblarnos. Son como relámpagos, llevan las bicis ajustadas al milímetro y como no pesan más de 50kg, no los oyes y hasta que no los tienes encima no puedes reaccionar.
Confiado en que la nube de velocistas dobladores no nos influirá continuo a ritmo, aunque me es imposible ver ya a Isma. Empiezo a pensar que le he perdido.
Verano Azul
Efectivamente, en la zona de transición, en la rotonda donde se hace el giro para comenzar la segunda vuelta no le veo, así que decido parar a esperar, que hemos venido juntos y cruzaremos la meta juntos.
Se me hace eterno el tiempo, pero me tranquiliza que Dani, que lleva el control de carrera, dice que si hay alguna caída le informan inmediatamente. Pie a tierra y a esperar.
Cuando volvemos a hacer bloque, volvemos a marcar velocidad de crucero, pero con los que vienen doblando, con lo difícil que se hace el terreno y que Isma no termina de cogerle el truquillo... Velocidad controlada y a terminar, que todavía nos falta el último segmento a pie.
Cuando llegamos al parking, como yo preveía, ya habían llegado todos menos uno, con lo cual había un jaleo considerable de bicis, que por poco estuvimos de tirar alguna al suelo, lo peor, que valen más que mi coche.
El último tramo de carrera, es una sensación increíble, bajas como si tuvieses palos en vez de piernas y corren por si mismas.
Basta decir que el último kilómetro y medio, lo corrimos a 05:30, incluyendo la transición.
Cuando llegamos a meta, sólo los amigos y la noche, pero que subidón.
Cosas buenas, las sensaciones que me quedan, que no pudiendo correr mucho mejor, con la bici me encontré perfecto.
La organización, de 10 los chicos de deporchip.
El ambiente, increíble.
Los amigos.
Y como no, que me subí a un podium (por equipos), cosa que no hacía desde que jugaba al baloncesto.
Lo peor, que Isma no disfrutó nada.
La pinta de globero que llevo, viéndome en las fotos, con esa bici tan pequeña y ese cuerpo "atletico".
tampoco me gustó que gente que está luchando por quedar el 80 en la general, te pida paso como una moto, para evitar una zona de tierra, que tu también estás evitando...
En resumen, me gustó mucho la experiencia, ahora a por el de Toledo, si el circuito no es muy técnico.
Os dejo el enlace a las fotos de la página de deporchip, por si os queréis reir un poco.. FOTOS
Ahora a preparar Santa Pola.
P.D. Mi Foreruner 305, ha muerto, creo que su batería ha dicho off, si alguien sabe como revivirlo...


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