miércoles, 18 de mayo de 2011

Puñetazos al hígado

Que semana más regulera, de esas que caen como una losa, de las que quieres que se acaben rápido pero se empeñan en duplicar el tiempo... en definitiva una semana maldita.
No he actualizado mucho, reconozco que en algún caso por pereza y en otro por esa extraña teoria de no cansar a mi ya cansado público.
El último día glosado por los cantares fue el 09/05/11, desde entonces, actividades de rutina para mantener la obligación, mientras encajo puñetazos de realidad directos a mi hígado de soñador.
Me puede la vida, no es la primera vez que lo digo, me puede la gente que carece de valores y principios y sobre éstos, me pueden aún más los que ni siquiera tienen coraje. Llevo toda la semana recibiendo por diversos frentes, pero ahora también resulta que existen los que del ocio quieren hacer negocio y eso, amigos mios, eso me puede..., por principio ayudo siempre, arrimo en lo que puedo y no suelo pedir a cambio (Juan dice que eso se sabe y por ello se aprovechan).
Pues desde aqui, como esto es mío, es mi sentimiento, digo:-SEÑORES Y SEÑORAS, ESTOY POR ENCIMA, POR ENCIMA DE TODOS VOSOTROS, medradores de tres al cuarto, no tengo dinero y no me importa, tengo mi dignidad y mi rebeldía, el poder seguir mirando a todos a la cara y decir aqui estoy, corro fondo y al final llegaré.
Tras esta reflexión,, decir que sigue la preparación, por un camino más bien discretito, corriendo en FC medias que no rebasen los 150 bpm, consultando las dudas a "Mr A", incorporando las cuestas un dia a la semana e intentando sacar tiempo de donde puedo, para dedicar a los míos, a los que están sanos y a los enfermos el mayor tiempo posible, por que al fin y al cabo son mi mayor tesoro, pues de cada Km recorrido 950 metros son suyos.
Me ha salido una entrada un poco reflexiva en lo personal, pero a veces necesito vomitar un poco, como dice "Mr. A", está demostrado que soy un encajador, aguanto todo...

Esta canción, me devuelve a mi infancia, a esos cassetes, sacados del cajón de la cómoda del pasillo, sonando por los pasillos de casa, cuando todo era normal y creíamos ser una familia, en el viejo reproductor Philips.
Jose L. Perales - Un velero llamado libertad.

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